Este estudio proporciona un análisis de la colección de los 45 discos de pizarra del Padre de la Patria Andaluza de los que se desprenden sus gustos, curiosidades e inquietudes musicales
Mucho se ha escrito sobre la personalidad de Blas Infante en las múltiples facetas que presenta su trayectoria personal y las distintas áreas del conocimiento que enriquecieron su quehacer profesional e intelectual. Cuantos más perfiles se han contemplado en la historiografía contemporánea, más datos se obtienen para alcanzar una visión más intimista y cercana de su figura.
El estudio ‘Fondo discográfico y legado musical de Blas Infante en la Casa de la Alegría’, elaborado por la arabista y musicóloga de la Universidad de Granada, Manuela Cortés García, profundiza en este propósito al analizar los fondos musicales legados en su colección de 45 discos de pizarra y el análisis de los libros en la biblioteca de la Casa de Blas Infante en Coria del Río. De esta forma ofrece un acercamiento a sus gustos, curiosidades e inquietudes musicales y bibliográficas, facetas que denotan el carácter inquieto propio del humanista y del intelectual ávido de nuevos conocimientos.
Bajo la colección Factoría de Ideas se edita esta publicación que recorre, a través de 12 capítulos, esta colección discográfica analizando sus diversas características y estilos. Partiendo del flamenco y sus cantes, probablemente uno de sus puntos de partida para la adquisición de los discos de pizarra, la colección incluye músicas del Magreb (Marruecos, Argelia y Túnez), músicas “exóticas” (Rusia, Siberia, Ucrania), música clásica y valses europeos, folklore español de algunas regiones peninsulares, así como discos de Antonio Machín e Imperio Argentina.
Inmerso en la búsqueda intercultural y transversal que refleja su vida y obra, Blas Infante atesoró esta apreciable colección de discos, según sus propias palabras. El análisis de las grabaciones adquiridas sobre las «músicas exóticas» y del Magreb, así como aquellas sobre flamenco y folklore, permite valorar la importancia de su legado musical, al comprobar el amplísimo abanico de músicas de tradición oral en la pluralidad que engloba. Desde la diversidad y la pluralidad, este legado abarca diferentes lenguas, géneros poéticos y musicales, amplitud temática, voces y estilos de intérpretes integrados en distintas comunidades y etnias, músicas grabadas en los inicios del siglo XX y bastante desconocidas que no han sido estudiadas por la musicología española.
En este sentido, Manuela Cortés califica como “sorprendente” la labor de selección y la variedad de las músicas (cultas, populares, étnicas, religiosas y sufíes), teniendo en cuenta la escasa información que se tenía en su época. “Como auténtico trabajo de taracea, el arabesco de piezas que conforman las múltiples facetas que reúne la trayectoria de Blas Infante revela la universalidad del pensamiento del hombre entregado al servicio de sus ideales, en defensa de la patria andaluza y las gentes más desfavorecidas, amante de la naturaleza y los animales, lector y escritor brillante en distintos campos del conocimiento”, señala Cortés.